Alumnado de la Escuela de Música y Danza “Arte y discapacidad”, de Fundación Atena
La exposición pretende realizar un ejercicio catártico, a través del cual poder liberar todas las emociones experimentadas a lo largo de la pandemia. Aunque las personas que conformamos este mundo seamos diferentes, todas hemos utilizado el lenguaje universal de las emociones.
Vivir una pandemia marca un antes y un después en la manera de vivir, de relacionarnos, de mirar, de tocar y de sentir. Y en este sentido, las emociones han tenido un papel muy importante a la hora de afrontarla. El valor añadido de esta exposición es que sus creadoras, son personas con discapacidad intelectual.